Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

II Crónicas 33, 3-12

3 Volvió a edificar los altos que su padre Ezequías había derribado,
alzó altares a los Baales, hizo cipos, se postró ante todo el ejército de los
cielos y les sirvió.

4 Construyó también altares en la Casa de Yahveh, de la que Yahveh
había dicho: «En Jerusalén estará mi Nombre para siempre.»

5 Edificó altares a todo el ejército de los cielos en los dos patios de la
Casa de Yahveh,

6 e hizo pasar a sus hijos por el fuego en el valle de Ben
Hinnom;
practicó los presagios, los augurios y la hechicería, e hizo traer nigromantes
y adivinos, haciendo mucho mal a los ojos de Yahveh y provocando su
cólera.

7 Colocó la imagen del ídolo, que había fabricado, en la Casa de Dios,
de la cual había dicho Dios a David y a Salomón, su hijo: «En esta Casa y
en Jerusalén, que he elegido de entre todas las tribus de Israel, pondré mi
Nombre para siempre.

8 Y no apartaré más el pie de Israel de sobre la tierra que di a vuestros
padres, con tal que procuren hacer según todo lo que les he
mandado,
según toda la Ley, los decretos y las normas ordenados por Moisés.»


9 Manasés desvió a Judá y a los habitantes de Jerusalén para que
hicieran mayores males que las gentes que Yahveh había exterminado
delante de los israelitas.

10 Habló Yahveh a Manasés y a su pueblo, pero no hicieron caso.

11 Entonces Yahveh hizo venir sobre ellos a los jefes del ejército del
rey de Asiria, que apresaron a Manasés con ganchos, le ataron con cadenas
de bronce y le llevaron a Babilonia.

12 Cuando se vio en angustia, quiso aplacar a Yahveh su Dios,
humillándose profundamente en presencia del Dios de sus padres.